Siempre que uno investiga la historia familiar siente curiosidad por saber a qué se dedicaron sus antepasados, en qué trabajaron y cómo se ganaban la vida.
En su origen los Calín fueron labradores. Las perspectivas de futuro que supuso la creación del Arsenal de Cartagena motivaron que uno de ellos emigrara a esta ciudad. En ella se estableció como comerciante y el único hijo que le sobrevivió fue militar de la armada. Después vino una época de declive, tras grandes epidemias en toda la comarca. La siguiente generación se dedicó a labores agrícolas. Todos los hermanos fueron jornaleros, excepto el padre de D. Isidoro que tuvo mejor suerte y pudo ser propietario de sus propias tierras. Éste como ya sabemos tuvo gran éxito en los negocios y su nieto obtuvo un título nobiliario. Sus hermanos se dedicaron a la política y otras actividades comerciales. Es al final del siglo XIX cuando se crean mejores perspectivas económicas y ya encontramos entre los miembros de la familia a pequeños comerciantes, carteros, escribientes, obreros, peleteros, agentes comerciales, aunque mayoritariamente siguen siendo jornaleros. El primer Universitario de los Calín fue Manuel Albaladejo Calín, natural de La Unión y que estudió Farmacia en Santiago de Compostela en la década de 1890.
En la actualidad la amplia famila de los Calín abarca cualquiera de las profesiones modernas que existen; profesores, sanitarios, médicos, ingenieros, abogados, comerciantes, policias, militares, vendedores, y un largo etc.
